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Mamá no les regaló mucho. Pero los hermanos no se lamentaron por mucho tiempo. La asiática aprovechó el momento y engatusó a su hermana para que convenciera a su hermano de hacer un trío. Teniendo en cuenta que la asiática tiene un físico menudo, parece un elefante y un alce contra la gran polla de su hermano.
Pues bien, cuando la rubia tuerce su culo delante de la nariz del entrenador, su reacción es predecible. Tirando de su boca hacia su pimienta y vaciando sus bolas justo en su lengua es un buen final para el entrenamiento.