Los estudiantes estaban en la cima de sus exámenes cuando llegaron a la casa del profesor. Hablaron y mostraron sus tiernos y jóvenes cuerpos. Entonces decidió follarlas a cada una por la boca, pero al mismo tiempo. Mientras asaba a una, la otra estaba siempre allí, acariciando y animando. El instructor, por cierto, no es tonto: tiene a las chicas por el culo, analmente, sin molestarse en hacer ejercicio durante mucho tiempo.
La nieta estaba enamorada del viejo, y el abuelo seguía lleno de energía, no perdía la cara en el barro. El viejo le sacó el hueco, la nieta buena se fue bien, aunque hubiera sido aún mejor con una cerveza.